Quantcast
Channel: El capricho de Marquez@
Viewing all 330 articles
Browse latest View live

Amarillo limón

$
0
0
Cuando llega el verano, y esta vez lo ha hecho con una puntualidad germánica, me encanta prepararme refrescos de limón.




Debo ser muy rara y no me gusta la cerveza, con lo que me quedan pocas más opciones que la Coca- Cola y el tinto de verano.


Como  a todas horas nos previenen más contra los azúcares de los refrescos embasados, cada vez me inclino más por tomarme tés con limón y con hielo.



Me encanta su sabor, y me parece de lo más entretenido todo el ritual de prepararlo.


Esperar que se haga la infusión y que esté un poco fuerte.


Exprimir el limón y mezclarlo bien con el azúcar.


Echarlo sobre el hielo que llena el vaso.


Y por último contemplar cómo se derriten las piedras heladas, al contacto con la bebida caliente.


Hay pocas cosas tan refrescantes y tan deliciosas.


Aunque, a mí, lo que de verdad me encanta es la limonada.



El zumo de un limón, agua, azúcar y hielo hasta el borde.


Se agita bien, se espera un poco para que mezcle bien y el hielo empiece a derretirse y listo para tomar.


En honor al limón hoy me vestí de amarillo.


Pantalón y camiseta de crepe, para saludar a la nueva estación, para mimetizarme con el sol y para irradiar vitalidad.


¿Verdad que las imágenes resultan refrescantes?





Fotos: Julián Herrero.

Conjunto completo: Zara.
Camiseta: Aquí.
Pantalón: Aquí
Sandalias: Aquí.
Cadenas: Primark 
Bolso: Suite Blanco.

Escote de barco y pamela

$
0
0


Quizá la española más influyente de la historia, en el mundo de la moda, haya sido Eugenia de Montijo.



 María Eugenia Palafox Portocarrero y KirkPatrick, condesa de Teba.


No está muy claro si por ambición propia o por influencia materna, aquella joven española de belleza singular, se empeñó en cautivar al que terminaría por ser emperador de Francia y lo consiguió.


Convertida en la primera dama del país vecino, imponía junto con Whort, su modisto de cabecera, la moda que todas las elegantes de la época querían seguir.


Todo lo español se volvió moderno y apetecible.


Y desde los puños y cuellos para montar a caballo, hasta los miriñaques, cada cosa que ella ponía se convertía en tendencia.


Quizá la más conocida y la que viene a nuestra memoria cada vez que alguien menciona a la emperatriz, es la de los escotes mostrando los hombros.


Los cuadros que de ella pintó Winterhalter, muestran una mujer exquisita, con unos vestidos de esos que hacen soñar y unos hombros que pasaron por ser los más bonitos del momento.


Cuentan las historias que cuando, ya anciana, y recluida en su casa de Inglaterra, fue a verla un médico, al examinarla no pudo evitar comentar que conservaba unos hombros preciosos.


Desterrada, sola, habiendo perdido a su adorado hijo y en medio del clima lluvioso de la Blanca Albión, a la que fuera emperatriz, el comentario del galeno le hizo ilusión.


Y por eso a la siguiente visita le preguntó con toda la coquetería del mundo si de verdad le parecía que conservaba unos hombros bonitos.


Yo no pretendo recordar a Eugenia de Montijo. 



Más bien parezco una Mari Pili cualquiera con mi vestidito minifaldero y veraniego.


Pero el escote de barco y la pamela me han hecho recodarla y me apeteció compartirlo en el blog


Que hacer un poco de historia siempre está bien 




Fotos: Julián Herrero.

Vestido: Suite Blanco.(Rebajas)
Pamela: Primark ( del año pasado)
Francesitas: Tienda local.
Bolso: Dayaday 


Blanco y negro en un finde que empieza mal

$
0
0

Veo las fotos de hoy y me encuentro sofisticada, extraña, medio disfrazada.



Lo que es un signo claro de que cuando me las hice estaba contenta y tenía ganas de bromear.


Nada que ver con el comienzo de este fin de semana.


Como soy un tanto vaga dejo las cosas para el último momento casi siempre y mucho más cuando son ineludibles, pero no corren demasiada prisa


Cumplir mis obligaciones con Hacienda son de esos deberes que esperan hasta última hora porque me parecen fastidiosas y  me ponen de mal humor.


Como San Pedro es fiesta en Gijón tocaba descanso largo, así que el viernes pensé en quitarla del medio y una vez que encontré todos los papeles dentro del caos de mi organización, empecé con el programa.


No sé si había demasiada gente como yo y se colapsó, si mi ordenador no es de los que compatibilizan bien con PADRE, o si pasó algo extraño, pero una vez metidos los datos y con el consiguiente disgusto de comprobar que me tocaba pagar más de lo que esperaba, no había forma de que la web  la aceptara.


Traté de repetir la declaración hasta seis veces . cada vez más impaciente, cada vez menos atenta y cada vez comprobando que no había forma.



Es cierto que todos los años la complementaria del ejercicio anterior  es menos sencilla que modificar el borrador del que toca, pero nunca se me había hecho tan cuesta arriba.


Hacienda rechazaba una y otra vez la declaración presentada a través de la web del banco y mi mal humor subía enteros.


Me dí por vencida, me fui para la cama y confié que al día siguiente las cosas irían mejor. A veces cuando estás cansado te obcecas y todo se complica.


Pero a pesar de que el sábado me levanté fresca como una lechuga, el programa seguía empeñado en colgarse a mitad de las deducciones de la cuota, con lo que me puse a jurar en arameo.


Al final estaba tan enfadada que cogí los bártulos, la dejé en paz y el lunes veré lo que puedo hacer con ella.



Eso sí, con las prisas y el malhumor de última hora me olvidé de preparar esta entrada y por eso la publico tan tarde.


Ya os contaré si al final logro cumplir con mis obligaciones fiscales, que tiene bemoles que encima de pagar me hagan pasar por todo un calvario.

 Y es que Hacienda seremos todos, pero el sitio que me toca dentro de ese " todos" no me puede gustar menos



Fotos: Julián Herrero.

Pantalón : Zara ( tiene varias temporadas)
Camiseta: Zara ( Aquí)
Pamela: Primark.
Sandalias:Mango ( del año pasado)
Bolso. Angel Reinares 
Pulsera: El Corte Inglés 
Collar: Tienda local



Calzado de verano

$
0
0

Llegó el verano y con él la ropa descomplicada, los vestidos sencillos, las sandalias planas, el colorido.


Me encanta salir de casa sin prendas de abrigo, sentir la caricia del sol sobre mi piel.


Me gusta esa sensación de libertad, esa forma de disfrutar del buen tiempo, aunque todavía no sean vacaciones


Pero no todo es bueno con el buen tiempo.

Según empiezan a subir las temperaturas, empiezan mis problemas con los zapatos


Porque a pesar de que sé que cuando me embadurno bien los pies apenas me hacen daño, siempre voy con prisas y se me olvida.



Con lo cual al cabo de un cuarto de hora noto como la piel enrojece.

Poco después empieza a doler, justo en ese punto donde me roza el zapato y si no me lo quito enseguida, cuando llego a casa tengo una ampolla o una herida.



Lo de caminar se vuelve un calvario doloroso y desagradable.

Da lo mismo que sea el calzado más suave del mundo, todo me roza.


 El problema añadido es que al día siguiente necesito encontrar un calzado diferente que me deje la zona afectada al aire.


A veces me pongo los parches para ampollas de Compeed que son fuera de serie, pero dependiendo del tipo de calzado, se me pueden llegar a levantar.


Así que siempre tengo en la reserva por lo menos un par de chanclas del estilo de las que saco en las fotos para los casos de emergencia


Si no hace demasiado calor, que hasta esas me hacen heridas, son mi salvación y me permiten caminar sin problemas.


Así que en cuanto veo unas monas y sin demasiado aspecto de hawaianas me voy por ellas de cabeza.


Afortunadamente, los últimos años las regalan con las revistas de verano, así que me hago al menos con dos pares y entre eso, los cambios y los apósitos voy tirando.


Que no se puede dejar que algo tan tonto te fastidie la vida y hay que encontrar soluciones.


Fotos: Julián Herrero


Vestido: H&M (Rebajas)
Bolso: Primark.
Sandalias: Regalo con ELLE ( de hace dos años)

Pulseras de verano

$
0
0

 
Mi lema podría ser aquello de antes muerta que sencilla, porque salvo cuando estoy en el campo o para ir a la playa, lo del minimalismo y el menos es más, no me va nada de nada.


Y cuando llega el verano soy de las de: No sin mis pulseras.



Es la época del año en que más se lucen, cuando menos estorban – porque confesémoslo, para trabajar con el ordenador son un incordio- 
Y cuando añaden un toque, que más abrigada podría ser excesivo, pero  con los brazos al aire me parece precioso.


Normalmente me gustan los brazaletes y cuanto mayores, más me atraen, pero la moda es caprichosa y vuelven las “joyitas”, así que hoy os enseño las que más me pongo.


Eslabones grandes, o cadenas diminutas.

Perlas sobre malla dorada o sobre ganchillo de alambre.



Y un toque de color en hilos trenzados que rodean una moneda.


Se han convertido en mis inseparables del verano.

 Las pongo sobre todo con vestidos o con camisas sin manga y me parece que son la guinda del pastel.


¿Os gusta el toque que añaden o os parecen excesivas para esta época del año?

Fotos: Marquez@


Pulseras  1 y 2 : Pedro y Alejandra Álvarez

Pulseras 3 y 4 : Patricia Cerra (Oviedo)


Pulsera 5 : MyBerka

  https://myberka.com  

Guapabox, sorpresas, belleza y verano

$
0
0

En estos días en que el calor aprieta tanto que impide salir a la calle, cuando no nos queda otra que encerrarnos en casa a esperar que la temperatura sea soportable, parece que la desidia se instala a nuestro lado  y sólo nos apetece tumbarnos.



Ningún momento mejor para dejar a un lado la pereza y dedicarnos al cuidado personal.


No nos engañemos, el verano es una delicia y el moreno nos pone buena cara, pero posiblemente sea la época del año que más maltratamos al cuerpo, así que darle unos mimos nos pondrá de buen humor y nos hará sentir mejor.



Esta vez conté con una ayuda inesperada en forma de guapabox.
 Como me imagino,  la mayoría sabéis que consiste en una caja que te llega mensualmente con productos de belleza, cada vez diferentes, en un tamaño  suficiente como para que compruebes qué tal te van.



A mí me llegó por cortesía del periódico “El Comercio” que es uno de los de más tirada de Asturias.
 Según me dijo  María de Álvaro en el m@il que me escribía, encontró mi blog por casualidad y le gustó.  Os podéis imaginar el subidón, porque me proponía colaborar recibiendo la caja y escribiendo sobre ella y su contenido si me gustaba. Conozco la columna de María y me encanta, así que me animé a probarla.


Me gustó, claro que me gustó.
En colores que evocan el mar y la playa, abrir la caja y descubrir el contenido tiene algo de especial. Te devuelve a la infancia y al gusto por las sorpresas: ¿Qué traerá?



Como incorpora una revista con la descripción de cada producto en seguida te haces una composición de lugar.
Pinzas de depilar, tres claveles, mascarilla facial Junico, crema aceleradora del bronceado  e´lifexir y un set de champú y mascarilla D.vinity son lo justo para mantener  viva la sensación del gusto por el verano.


De pies a cabeza,  todo es perfecto. En una época que no nos quitamos las sandalias, que nos exponemos al sol a todas horas, que la brisa, el cloro y el agua del mar nos resecan la piel y el pelo, contar con una ayuda extra viene de maravilla.


Nunca pensé que algo tan sencillo me podría proporcionar tanto placer, pero entre la sorpresa, lo preciosa de la caja y lo buenos que son los productos que trae estoy encantada.


En otra entrada os cuento con detalle de cada uno. ¿Os parece?

Vestida de blanco

$
0
0
No sé si me pasa a mí sola o es algo generalizado, pero cuando llega el verano necesitaría que los días se prolongaran al menos un par de horas.




Me entra una especie de ansia de actividad, a la que no estoy acostumbrada y me meto a hacer mil cosas.


Todavía tengo que trabajar con lo que todo eso que quisiera hacer tiene que ser fuera del horario laboral


 Y por más que en mi imaginación y cuando planifico, las piezas parezcan encajar a la perfección, en la realidad nunca llego ni siquiera a la mitad de lo que me había propuesto.


Porque quiero aprovechar y tomar el aire.

También hacer algo de ejercicio que es muy conveniente.

No puedo dejar de ir de tiendas y husmear las rebajas.

Es época de despedidas veraniegas, antes de que las amigas nos desperdiguemos cada una a su sitio de vacaciones.

En los fines de semana hay que irse al pueblo que como no riegues las plantas te encuentras con un secarral de mucho cuidado…



Y así sucesivamente.

El caso es que arrastro un cansancio de mucho cuidado y unas ganas de tranquilidad que no veas.


Y en las fotos se me nota de lo lindo.


Da igual que me hay puesto mi sombrero estilo panamá.


Que haya sacado mi capazo nuevo lleno de flores de colores.


Que me haya encaramado en unas cuñas de esparto de esas que como me caiga me rompo la crisma.


Da igual que vaya vestida de blanco que parece mi tono por definición.


Viendo las fotos todo lo que apetece, es recomendarme dormir una buena siesta.


Y puede que me tome en serio la recomendación y me apunte a esa costumbre tan española y tan sana.

A fin de cuentas lo importante no es hacer tantas cosas sino estar contenta con las que haces.





Fotos: Julián Herrero.



Sombrero: Comprado en Lisboa.
Camisa: Primark,
Pantalón: Mango.
Chaqueta: Zara (Rebajas)
Cuñas de esparto: Stradivarius. (Rebajas)
Capazo: El Invernadero (Oviedo)
Collar: Tienda local (Gijón)
Pulseras: Pedro y Alejandra Álvarez. (Eslabones)
http://www.myberka.com  ( Alambre y perlas)

Celebrando la fiesta de los pueblos marineros

$
0
0

Dieciséis de julio, día de Nuestra señora del Carmen, la Virgen de los marineros.



Hace poco leí que Carmen sigue siendo uno de los nombres más populares en España, sin que logren desbancarlo todos los modernos, ni los propios de las diferentes comunidades.


Tradicionalmente se asocia con la cigarrera que protagoniza la novela de Merimé y la ópera de Bizet.


Y el significado de la palabra en su origen latino es el de poema.


Pero a mí, mi nombre- porque lo de Curra es un apodo familiar - me suena siempre a mar.



Al agua, a las olas, a la playa.


A colores azules, verdes y grises que contrastan con el blanco dorado de la arena y el inmaculado de la espuma que corona las olas cuando rompen.


Ese mar fascinante, siempre igual y siempre diferente, que no deja de hipnotizarme cada vez que lo miro.


Un mar que me embruja y me entusiasma.


En la hora mágica del atardecer, con la marea baja que deja charcos brillantes y permite pasear descalza.


 Me vestí de blanco radiante, falda larga y camiseta con calados para jugar en la orilla.



Era una tarde en que el sol jugaba a esconderse detrás de las nubes y de vez en cuando salía como los niños, a hacernos un guiño y decirnos cú-cú.


Y yo me sentía tan juguetona como él, corriendo por la arena, mojando los pies, sonriendo.


Feliz de disfrutar del momento de descanso


Y encantada de poder lucir mis gafas de imitación con los cristales de dos colores, las perlas irregulares y la correa del reloj en franjas marineras.



Muchas felicidades a todas las Carmen que hoy celebran su santo y en especial a las lectoras del blog que son unas cuantas. 




Fotos: Julián Herrero

Camiseta y falda: Zara (Rebajas)
Bolso: Mango.
Gafas: Ali Express

Seda, yute y paja para el calor del verano

$
0
0

A pesar de que en el Norte el termómetro no sube como en el resto de España, estos días estamos teniendo calor y la humedad hace que resulte especialmente pesado.


Una de las fórmulas que más me gusta para este tipo de días, es la de usar vestidos de telas ligeras y un poco sueltos.


Vas lo justo de arreglada para que no parezca que te plantaste el kaftán de ir a la playa.  Y al mismo tiempo no llevas encima algo con lo que no te encuentras cómoda.


 Sustituyo el bolso por una cesta de paja, que me viene de cine.


Si siempre llevo muchas cosas encima en verano parezco un kiosko ambulante y en un capazo entra casi de todo.


Y para rematar un estilo a caballo entre lo urbano y lo playero, unas cuñas de esparto que al ser de tela no me suelen hacer daño.



Esta vez, he sacado mi vestido marinero de hace mil años.


Bueno lo de mil, es una exageración de las mías, pero con nueve años encima es de los veteranos de mi armario.


Al principio lo usaba poquísimo, apenas para dar una vuelta, porque en la etiqueta ponía que al ser de seda requería limpieza en seco.


Hasta que un buen día me lié la manta a la cabeza, lo lavé a mano con un jabón muy suave, lo envolví en un par de toallas en lugar de escurrirlo y lo tendí al aire para que secara rápido.


Quedó impecable y desde entonces no hay verano que no lo ponga un montón de veces.


Me encantan las rayas en blanco y azul, los botones dorados y el corte sencillo a más no poder.


Lo mismo le pongo unos zapatos elegantes y un bolso bueno, que lo uso con chanclas o como hoy,  a medio camino.


Es lo bueno de este tiempo que todo vale mientras no te asfixie.





Fotos: Julián Herrero


Vestido: Zara 
Cuñas: El Corte Inglés ( Del año pasado)
Capazo: Flores El Invernadero (Oviedo)

Armonía o monotonía a la hora de elegir colores

$
0
0

Cuando Julián me preguntó si había una razón por la que siempre me ponía gafas del mismo color que la ropa, de momento no supe qué contestar.


Supongo que porque me gustan, le dije.




Pero me di cuenta de que había algo más que una mera afición a la armonía cromática.


Tengo una forma  particular de combinar colores. Prácticamente siempre buscando una misma gama, o en caso de contrastes creando una simetría.


Es una especie de necesidad de orden externo.


No soporto las discordancias, las salidas de tono, los enfrentamientos  gratuitos, ni  por supuesto los altercados.



Me gustan las cosas en su sitio, en la vida y también en la ropa.



Eso no quiere decir que todo tenga que ser previsible y trillado.


No me gusta la monotonía, ni los colores apagados.
No soporto un exceso de clasicismo.
Y de vez en cuando me encanta sorprenderme a mí misma.


Pero mi atrevimiento a la hora de vestir siempre es limitado.


Me puedo animar con hechuras diferentes, con largos fuera de lo habitual, con estampados rompedores.


Pero necesito que todo encaje, que los colores unifiquen y aporten un toque de vida, o de misterio, o de limpieza, o de seriedad...


Un toque   que es difícil de mantener si te apuntas a los contrastes, si dejas que se te cuele un tono que no tiene nada que ver.


Según parece a la hora de hacer fotos, eso no funciona, la cámara se enamora de los detalles que destacan y se aburre cuando se impone el monócromo.


Pero como soy menos exigente que Julián, siempre encuentro sus fotos preciosas y me quedo encantada con mis azules en vestido, zapatos, gafas y bolso.  


Otro vestido fresco, esta vez en versión más arreglada.


Fotos: Julián Herrero.


Vestido y gafas: Zara (Rebajas)
Sandalias: Zara ( de la temporada pasada)
Collar: Salvador Bachiller.
Pulsera: Suite Blanco
Bolso: Comprado a mi amigo Adama 

Uno de agosto

$
0
0


Empieza agosto.

Aunque el refrán diga aquello de primer día de agosto, primer día de invierno.

A pesar de que los últimos días la lluvia haya vuelto a hacer su aparición y nos haya dejado su rastro de humedad.


Agosto es en la mayoría de los casos, sinónimo de vacaciones.

De tiempo de relax, de momentos distendidos.



De sitios bonitos en los que perderte.



De reuniones en ambientes agradables.




Y de tiempo para nosotros.





En este uno de agosto, me ha apetecido desear a todos los lectores del blog unas felices vacaciones.



Así que me fui directa a Pinterest y rescaté estas imágenes que ilustran mi idea de verano y de vacaciones.

Feliz comienzo de mes 



Nota:

Confío en poder tener algo más de tiempo libre. 

Seguiré trabajando, pero al no ser un mes hábil para la mayoría de los trámites judiciales, seguro que me quedan ratos para ilustrar esos días deliciosos en que la luz y el calor nos hacen felices.

Posiblemente no salgan apenas fotos mías, porque Julián está un poco pachucho, no parece que sea nada serio, pero tienen que hacerle pruebas y no se encuentra con ánimos para hacer fotos.

Seguro que pronto dan con lo que tiene y  en cuanto haga el tratamiento, mejora y el blog recupera una cierta normalidad.

Espero hacer algo agradable con lo que nos podamos entretener un poco.

Para los que no os vais o incluso en vacaciones seguís pendientes de los blogs, nos vemos  y para los que sí disfrutáis de días libres, hasta la vuelta 








Despedida

$
0
0
Hace días que pienso en escribir esta entrada.
Días en que trato de sacar un hueco para sentarme con calma y escribir algo bonito.



Porque no se trata de una entrada cualquiera, sino de una despedida.

No estoy segura de si es definitiva, como decían antes en la tele - despedida y cierre-, o sólo temporal.



Pero las circunstancias del mes de agosto y las actuales me han llevado a reflexionar y me han obligado a fijarme prioridades.


Como ya os conté en la última entrada, Julián está enfermo. Lo que al principio parecía un problema sencillo de colon, se complicó con una crisis de ansiedad y sus consecuencias.


 Y no está para nada.
No quiere oír hablar de hacer fotos, ni de otra cosa que no sea descansar y todo lo más dar un paseo.


Con  un panorama así, plantearme seguir con el blog es imposible.
Hacer algo medianamente digno lleva mucho, mucho tiempo, y un esfuerzo considerable.


Como os podéis imaginar el tiempo y el esfuerzo que antes le dedicaba al blog, ahora se lo dedico a él.

Tengo muchas esperanzas de que mejore y salga de ésta, pero es un proceso lento y costoso que tenemos que afrontar.


Al escribir este último texto, me vienen a la mente, vuestros nombres, las caras de muchas y muchos de vosotros que conozco, las 554 entradas en que nos habéis acompañado, y todos los comentarios que han hecho de “El capricho de Marquez@” algo especial y para mí, al menos entrañable.


Todos vosotros habéis dado sentido a un proyecto que pretendía demostrar que las mujeres de más de cincuenta seguimos contando.

Que la moda es algo más que la ropa que llevamos encima. Que la forma en que nos vestimos dice mucho de nosotros. Y que no hacen falta grandes firmas, ni gastarse un dineral para ir bien y resultar elegante.


Haciendo balance, es verdad que el blog no me ha dejado ni un solo euro y que ha ocupado muchos de los tiempos que hubiera podido dedicar a otras cosas.



Pero me ha dejado, como decía antes, muchos nombres en el recuerdo, muchas relaciones virtuales que fueron más allá de la superficialidad que se atribuye a la moda.

 Y me ha dejado también la seguridad de haber cumplido con una de las misiones que pretendía que era entretener y resultar ameno.


Quiero daros las gracias a todos.

 Por vuestra fidelidad, por vuestro cariño, por esa compañía que de forma más o menos visible, me habéis hecho durante estos tres años largos.

 Y por haberme permitido creer una vez más, que en cada persona hay algo único y maravilloso que la hace especial.



Estoy segura de que todos vosotros lo sois y me alegra saber que a través de “ El capricho de Marquez@”, mi capricho personal, os habéis sentido importantes y habéis encontrado un rincón que, con razón, considerabais vuestro.


Espero que esta despedida sea un hasta pronto y no un hasta siempre. De hecho, Julián se ha animado a editar las fotos de esta entrada que ya es un paso.

Como el móvil es mucho más sencillo e inmediato, seguiremos sacando alguna foto en instagram "elcaprichodemarqueza" 

Mil millones de gracias por haberme hecho tan feliz.


Fotos: Julián Herrero y Marquez@





De vuelta al blog con abrigo diplomático

$
0
0

Cuando compré este abrigo hace más de quince años, se llamaba de corte diplomático.


Me entusiasmó su aire clásico; su color beige que me recordaba a los tofes de café con leche; su factura, en ese momento de lo más moderno y su tacto suave y agradable.





Razones poderosas para que nunca me decidiera  a deshacerme de él.


En principio era más largo, me llegaba casi a los pies.


Pero cuando dejó de llevarse la ropa amplia, se lo pasé a mi tía Lola que lo cortó y lo dejó como está ahora.


Pasaron los años, cambió la moda, mi tía Lola, vuelve a encontrarlo demasiado largo y yo decido volver a instalarlo en mi armario.


Me ha parecido un modelo adecuado para mi reencuentro con el blog.


Os he echado de menos en estos cinco meses.


A pesar de estar muy atareada; de que cuando Julián se recuperó y volvió a la normalidad, yo tenía tanto trabajo que no encontraba tiempo libre, siempre me quedaba el gusanillo de volver a publicar.


No se trataba sólo de corresponder a vuestro cariño que me llegó por todas las vías posibles, sino también de recuperar una actividad que me proporcionó muchas satisfacciones.


Confieso que me acostumbré a compartir mis atuendos; a inventar nuevas formas de llevar la ropa para dar ideas.


Que disfruto posando para Julián y me lo paso en grande escribiendo textos que os puedan entretener un rato.


Por eso al quedarme de vacaciones y entre los propósitos de año nuevo, he decidido volver al blog.


Me lo tendré que tomar con calma porque el tiempo libre es limitado y no podré fijar un calendario de publicaciones.


Pero aquí estoy. Con un aire entre misterioso y serio.


Todavía nos resulta extraña la ropa amplia y con el calor que tuvimos hasta ahora, lo de usar abrigo casi era un adorno porque casi no hubo días en que hiciera falta-



Con todo, me pareció una buena indumentaria para desearos un muy feliz año nuevo 2016


Abrigo: Tienda local 
Jersey: Primark
Pantalón; Massimo Dutti.
Sombrero: Primark,
Zapatos y gafas: Zara.
Pañuelo: Tienda local.

Ganas de estrenar

$
0
0
Casi no me lo puedo creer. Con lo que a mí me gusta el sol y el calor, este año llegué a tener ganas de pasar frío.


Días de sol, que se sucedían, temperaturas casi veraniegas que apenas bajaban por la noche, incendios pavorosos que arrasaron los bosques de buena parte de Asturias.




La contaminación instalada y una sensación de que las cosas no estaban como debían de estar.


Es cierto y muy cierto que los días de sol se agradecen siempre, que la luz anima y da vida, que es una gozada poder salir a cuerpo  y sin necesidad de abrigo.


Pero este año yo me había comprado el que saco en esta entrada ya en octubre y pasaban los meses y no había forma de estrenarlo.


Llegó el black Friday, y los descuentos y yo con mi abrigo en el armario.


Y estaba temblando que llegaran también, las rebajas de enero y yo sin poder usar mi abrigo nuevo.


Llegó un momento en que decidí que me daba igual pasar calor y que si no lo ponía de una vez me iba a morir de rabia.



Con lo que en cuanto apareció la primera ocasión me lo planté y salí a la calle, feliz de la vida. 



Le encuentro algo de especial, a pesar de lo sencillo que es.






Las mangas acampanadas, el cuello de pelo suave, suave – los sintéticos muchas veces no lo son, pero en este caso salió bien- la línea  tan recta.



No pesa, pero abriga y en gris marengo que siempre es una garantía a la hora de combinar.


Vamos que estoy encantada con él, tanto que ni siquiera me preocupé de añadir nada al conjunto para que resultase lucido.


El tono alegre del bolso para contrastar un poco... 

Y a sacar fotos que es sano.






Fotos: Julián Herrero.

Abrigo, pantalón, zapatos y gafas: Zara


Bolso: Tiene años  y es de una tienda de Madrid 

La bisutería como recompensa

$
0
0


¿No quería lluvia y frío? Pues aquí los tengo.

Bueno, frío, lo que se dice frío, no hace demasiado.



Lo que pasa es que en comparación con los 19º, 20º C que tuvimos hasta la semana pasada, las temperaturas, que en otras condiciones nos parecerían agradables, nos asustan.



Y la lluvia parece decidida a instalarse entre nosotros.


Lleva varios días “orbayando” con un cielo gris plomizo y una humedad que te cala hasta los huesos.


Hacer fotos de exterior con este tiempo, resulta poco menos que imposible.


Así que pensé en enseñaros mis últimas adquisiciones de bisutería.


Algunas, como la sortija de plata, las perlas en forma de pera  y la pulsera de eslabones dorados fueron regalo de Julián.


Pero el resto, son las recompensas que me he ido dando a lo largo de estos últimos meses.


Con días de un trabajo intenso, de salir tarde, de llegar a casa sin ganas de otra cosa que de acostarme.


Tuve que ir renunciando, uno a uno, a los pequeños placeres que me alegraban la vida.


Por eso con cada nómina, me tomaba una pequeña revancha.


La mayoría de las veces, me iba a la joyería de mis amigos Pedro y Alejandra Álvarez y animada por su sonrisa y su entusiasmo me hice con este pequeño arsenal.


Pendientes enormes o diminutos, que lo mío son los contrastes.


Sortijas tipo cintillo que se adaptan a mi mano “ cómo anillo al dedo”


Un colgante de asta y pulseras de todas clases.


Ahora me toca encontrar momento para lucirlas y aprovechando que vuelven los estilos de los 90, darles aire a todo meter.






Fotos: Julián Herrero.


Pendientes, pulsera y colgante (Fotos 1 a 7): Pedro y Alejandra Álvarez.
Pulsera (Foto 8) y pendientes ( Foto 13): Valeriano ( Gijón)
Sortija (Foto 9): Mango.
Pulsera ( Foto 10): Zara.
Sortijas ( Fotos 11 y 14): H&M
Collar ( Foto 12) : DayaDay.
Sortija (Foto 16) : The Fontan Shop - o sea el mercadillo de Oviedo en plan english



Luz de invierno

$
0
0


Llevábamos una semana y media lloviendo


Parecía que todas las lágrimas que el cielo se había negado a derramar  durante meses, se habían escapado de repente y no fuera capaz de parar.



Era como esas tristezas que se pegan al alma y por más que llores se niegan a abandonarte.


Y estábamos resignados


Tras los devastadores incendios propiciados y propagados por la sequía, ninguno nos atrevíamos a protestar.


En una tregua súbita, el sábado amaneció un día soleado


Una de esas mañanas de invierno en que la luz lo envuelve todo, y tras la ventana percibes una calidez de lo más deseable


Tan deseable como rápida en desaparecer en cuanto asomas la nariz.


 Porque ese ambiente tan limpio tiene mucho que ver con el frío que hace.


En la ciudad todo queda un poco más diluido. 


Pero en el campo en medio de la quietud y bajo la protección de las cumbres nevadas sientes la necesidad de respirar hondo; de empaparte de esa serenidad y esa limpieza; de mimetizarte con el ambiente.


Por eso me abrigué cuanto pude y salí con Julián a hacer fotos


Era como si esa mezcla de luz y frío se hubiera pegado a mi indumentaria.


Como si la ropa también se hubiera aliado para transmitir alegría y limpieza.


En una mezcla de sofisticación y sencillez. Entre el estilo campestre y los detalles exquisitos


Y es que en días así, sentirse bien, es tan fácil  



Fotos: Julián Herrero.

Sombrero: Uterqüe
Pelliza: Stradivarius.
Falda: Mango.
Botas: Zara.
Jersey: El Corte Inglés.
Guantes y bufanda: Mercadillo (The Fontan Shop)
Bolso: Primark.
Gafas: Ali Express

Una adopción un tanto peculiar

$
0
0


Balto y Perla. Padre e hija.  

Grande y majestuoso, él, ya un poco metido en años y un mucho en pereza.

Y ella, a su lado, pequeñaja, pizpireta, incansable y juguetona.



Son los perros de nuestros vecinos en la casa del pueblo.



Como estamos pegados, cada vez que sus dueños los dejan a su aire, se han acostumbrado a venir a vernos.


En vista de que ni Julián, ni yo somos aficionados a los animales. Han decidido invertir el orden y que nos adoptaban ellos a nosotros.


Balto suele estar atado para que no se escape, pero Perla está libre y distingue perfectamente el sonido del motor del coche de Julián.


Y según nos siente llegar corre como una loca a saludarnos.


Encontrarla pegando brincos de alegría, saltando del uno al otro para no perderse los mimos de ninguno, según salimos del coche, resultó una sorpresa de lo más agradable.


Las primeras veces no nos lo podíamos creer, porque el garaje está un tanto alejado de su casa y desde allí no nos pueden ver.


Ahora ya sabemos que, nada más llegar, ella sola nos monta todo un recibimiento de bienvenida.



 Y como una cosa lleva a otra, también nos acompaña en las comidas al aire libre y en los paseos de la tarde.


Al principio no se atrevía demasiado, era como esos niños pequeños que no saben bien si deben o no hacer las cosas.


 Pero cuando comprobó que conocer mundo acompañada es mucho mejor que hacerlo sola, se apunta a todos los viajes.


Ella va delante, a cada dos pasos se da la vuelta para comprobar si seguimos ahí. Y de vez en cuando se para y se acerca para pedir su dosis  de caricias.


Moviendo el rabo como una loca y con cara de travesura, tiene las artimañas típicas de los perros cruzados que se las saben todas.


Balto  sólo se suma cuando el plan es cerca de casa.

Juntos forman una amalgama y una algarabía de lametazos y caricias, que han conseguido que nos encariñáramos con ellos.


Por supuesto, cuando nos vieron hacer fotos se apuntaron a la sesión. Y no terminamos todos en el suelo de puro milagro. Eso sí, riéndonos a carcajadas


Fotos: Julián Herrero


Parka: Zara 
Leggins: Primark.
Jersey: El Corte Inglés.
Cuello: Zara.
Botas: Zara. 
Sombrero: Mercadillo de Navidad.
Bolso: Bridas (Tiene un montón de años)


El poder del color

$
0
0


Los que seguís este blog desde hace tiempo, estoy segura que recordáis la entrada en la que hablaba de mi tía Ana, porque fue una de las que más éxito tuvo.


Se llamaba “La herencia” y si os apetece volver a verla bastará con que pinchéis en el nombre.




Explicaba que en sus últimos años, se había convertido en una compradora compulsiva y buena parte de su ropa, en aquel momento me parecía demasiado juvenil.


Ahora que me voy acercando a su edad, cada vez la entiendo mejor y cada vez comprendo más, ese afán por no dejar que los años se te echen encima como una manta vieja.


Siempre he sido una abanderada de vestirse con arreglo a la edad que tienes.



Pocas cosas te envejecen tanto como la ropa inapropiada. Y por muy buen tipo que conserves, determinada ropa se despega sin que puedas hacer nada por evitarlo.


Lo que pasa es que hay pequeños trucos que te permiten no pasarte al bando "aseñorado" sin necesidad de recurrir a imitar a las jovencitas.


Uno de ellos es usar el color.

Ana lo sabía mejor que nadie y por eso cuando el estilo tirolés hacía furor, en lugar de comprarse una austriaca en color verde musgo, gris o incluso roja, ella encontró una rosa fucsia.


Nunca supe donde la había comprado. Pero desde el primer día que se la vi quedé enamorada de ella.


Tenía tal cantidad de ropa que la usaba muy poco y yo suspiraba pensando en cuando se cansaría de ella para poder heredarla.


Nunca llegó ese momento, y tuve que esperar a su muerte para poder tenerla en mi armario.


En aquel momento la ropa empezaba a llevarse entallada y con los hombros en su sitio.


Así que el chaquetón se quedó guardado en el armario en espera de que la moda amplia volviera.


Quizá todavía sea un poco pronto. Por más que Chanel en su colección “Des métiers” el año pasado haya vuelto a poner de moda lo tirolés, en la calle seguimos viendo ropa pegada al cuerpo.


Pero yo he decidido empezar a airearla y dentro de nada la incorporo a mis atuendos urbanos. 
De momento me viene, mejor que bien, para los paseos rurales que por soleado que esté suele hacer frío.



Fotos: Julián Herrero.

Botas : Zara

Leggins: Primark
Foulard: Telva.
Chaquetón austriaco: Herencia.
Gorra: Tienda local
Bolso: Zara



Complejo de Mary Poppins

$
0
0


Tengo una amiga que siempre lleva bolsos pequeños y  asegura que le cabe todo.


A mí, me tiene admirada, porque por más que intento imitarla y trato de usar bolsos medianos – los pequeños, los dejé por imposibles directamente- no lo logro.



Necesito llevar conmigo un arsenal de cosas imprescindibles.


Las llaves de casa, las de casa de mis tías, que como están medio sordas si tengo que esperar a que me abran puedo hacerme vieja.


El móvil- que vuelven a ser cada vez mayores- el monedero,
la pluma, la agenda, las gafas de ver, las de sol, el paquete de los kleenex.


Ya no llevo el mini-neceser, pero un peine, la vaselina para los labios y la crema de manos siempre me hacen falta .


Si a todos estos imprescindibles le añado los cupones de descuento, que ahora te dan en todas las tiendas, la bolsa para la compra, que ya no te dan en casi ninguna


Los caramelos o el paquetín de galletas para las emergencias de bajada de glucosa.  Y las cuarenta tonterías que metes en la calle y que luego olvidas de sacar


El resultado es que, o llevo un bolso grande o los bolsos de mis abrigos acaban por desfondarse.


He dejado de llevar el tarjetero y el frasco pequeño de colonia en un intento drástico de reducir.



Pero cada vez que salgo de casa sin alguna de estas cosas las echo tanto en falta que en cuanto vuelvo las meto de nuevo.


Por eso digo que tengo complejo de Mary Poppins.


Estoy segura de que todos la recordáis con su enorme bolso que más parecía una maleta, de donde sacaba todo tipo de cosas.


Y haciendo gala de ese complejo, mi bolso nuevo es todo menos pequeño.



Aprovechando que el domingo pasado el termómetro subió a 21º centígrados y se mantuvo hasta bien entrada la noche, lo estrené junto con la chaqueta torera de colores vivos 



Fotos: Julián Herrero

Chaqueta: Zara (Rebajas)
Camiseta: Zara.
Zapatos: Zara.
Bolso: Zara.
Collar: Zara  
Vaquero: Primark.
Gafas: Ali- Express.
Pendientes: Pedro y Alejandra Álvarez 



Inventario

$
0
0

Creo que me estoy convirtiendo en una maniática.

De momento es sólo una suposición, pero tiene ciertos visos de convertirse en una certeza.


Era consciente de que esta temporada me estaba comprando muchas cosas en granate.

Con todo lo que nos bombardearon con el orquídea radiante no me pareció nada extraño.





 Y cada vez que iba por la tienda y me dejaba seducir por una nueva prenda en ese color, incluso lo encontraba de lo más lógico.


Porque:
- . El pantalón estampado me venía como anillo al dedo para combinar con la americana de terciopelo…
…llevaba una temporada comprando todo liso y un poco de cambio vendría bien.


-. El bolso fue un regalo de mi hermana por el cumpleaños.
Ya tenía más en esa misma gama de color, pero no se parecían en nada…


-. Los zapatos sustituyen a la perfección a otros de puntera afilada que me duraron mil años y que usé hasta que terminé con ellos…


-. El cuello de “ lapin” ( suena mucho más sofisticado que conejo) que, por lo que me costó, igual hasta es sintético…


Y así sucesivamente... 
 Iba encontrando mil justificaciones para cada prenda que iba incorporando a mi armario.


Hasta que el otro día me dio por hacer inventario. Y casi salgo despavorida.


Porque me compré: tres pantalones, un vestido, un conjunto de camiseta y falda, un top, un cuello, un bolso y unos zapatos.


Todos en diferentes modalidades, pero, todos granate.

Y si eso no es una manía se acerca mucho.


Puedo decir en mi descargo que fueron verdaderos chollos y que todo me gusta a rabiar.


Pero yo creo que estoy empezando a envejecer. Y esta vez no son sólo arrugas.


Fotos: Julián Herrero

Chaqueta: Zara ( Tiene varios años)
Cuerpo: Zara ( También tiene varios años)
Zapatos: Zara ( Temporada otoño-invierno 2016)
Cuello: Mercadillo de Navidad
Pantalón: H&M
Bolso: Bimba  y Lola. Aquí
Pulsera: Zara (Temporada otoño- invierno 2016)
Pendientes: Pedro y Alejandra Álvarez 

Viewing all 330 articles
Browse latest View live