He tenido que repasar unas cuantas veces la nueva campaña de Zara para su sección Trafaluc para poder fijarme en la ropa.
En una estancia medio vacía. Un parquet estropeado, ventanas viejas, sillas apiladas y lo que parece una estructura de tubos para la calefacción, rodean un grupo de chicas muy jóvenes, casi niñas.
El lema: “Tienes que tener verano”, parece chocar en ese ambiente cerrado y con aspecto abandonado.
Y, no casa en absoluto con las jóvenes que posan.
Casi sin maquillar- apenas un toque de colorete, muy difuminado- y una insinuación de color en los labios.
El pelo que parece recién salido de la cama, en un estudiado despeinado…
Y ese aire medio desmayado y ausente que tanto gusta en Zara para sus modelos.
Chicas que miran, sin mirar, con aspecto apagado.
Da lo mismo que sean guapas, no importa que tengan unos cuerpos increíbles.
Con esas sandalias con suela de caucho y tiras que suben por la pierna.
En tonos caqui y tierra.
Ante, chubasqueros, vestidos hasta los pies y jerseys.
En tonos caqui y tierra.
Ante, chubasqueros, vestidos hasta los pies y jerseys.
El mensaje que me llega es de tristeza.
Parecen sacadas de una aldea africana. En una mezcla extraña entre exploradoras y huérfanas de una misión de salesianos.
O tal vez del internado de una colonia inglesa, encerradas en la buhardilla, castigadas no se sabe por qué.
Parecen sacadas de una aldea africana. En una mezcla extraña entre exploradoras y huérfanas de una misión de salesianos.
O tal vez del internado de una colonia inglesa, encerradas en la buhardilla, castigadas no se sabe por qué.
Y el caso es que hay cosas que me gustan, pero verano, lo que normalmente asocio con verano, no lo veo por ninguna parte.
Fotos: Web Zara