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Channel: El capricho de Marquez@
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La cuesta de enero en las calles de Oviedo.

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Retomamos el ritmo habitual y volvemos al street style.
La calle aunque aún conserva parte de las luces navideñas, que se van recogiendo poco a poco, también recobra su normalidad y a pesar del frío se llena de gente


El violinista venido de otras tierras que ameniza nuestros paseos.


Preciosas mamás que pasean a sus bebés.


Vecinas encantadas, que sacan a la calle sus perros y tratan de convencerlos para que miren a la cámara.



Señoras elegantes, como Reyes, que posó encantada, pese a que la pesqué justo cuando iba a empezar a comer y la hice salir a la calle.


O tan habilidosas que son capaces de hacerse un abrigo tan vistoso y elegante como éste, tejiéndolo a mano.


Otras que se van de compras, bien abrigadas porque en cuanto el sol se esconde empieza a helar.



Que lucen junto a un chaquetón último modelo, unas botas rojas de lo más vistoso.


Que se visten de cuero y de negro con el toque colorido de un foular de flores.


Jóvenes con mini faldas y trenca que caminan solas



O con bufandas gigantes de cuadros que se van de compras con las amigas


O pasean en pareja con un estilo así de ideal.


Una de las dueñas de los perros se animó a salir ella sola y a pesar del sol en la cara, tiene un aspecto estupendo.



Oviedo sigue caminando en medio del invierno aprovechando encantada los días de sol.




Fotos: Mamás con cochecitos.  Julián Herrero.
Resto de fotos: Marquez@

El poder de unos zapatos rojos

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Un día te levantas cansada.

 Miras al cielo y lo encuentras tan gris como tu ánimo, así que funcionas con el piloto automático.



Hasta que por la tarde unos zapatos nuevos obran el milagro de levantarte la moral y devolverte el buen humor.


¿Será la condición femenina? ¿O será que el rojo irradia optimismo?


Foto: Marquez@


Zapatos: Mary Paz 

Vestida de trotamundos

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Si ayer hablaba de días malos, también hay días buenos, sin más.


Días en que te levantas, miras el cielo y lo encuentras precioso.





En que te entusiasmas con los colores del amanecer, te fijas en ese rojo- rosado –anaranjado que tiñe el horizonte y te parece que ha sido pintado para ti.


Días en que todo va sobre ruedas. 
Desayunas, te duchas, haces la cama y cuando piensas en que te vas a poner, decides vestirte de trotamundos.


Y te colocas unos zapatos con poco tacón para ir mucho más que cómoda.


Y sacas de paseo tu falda corta porque con los años ya te queda poco de poder usarla.


Y te pones tu “peluche” azul para sentirte años sesenta.


Te miras al espejo y ves que te falta un toque, con lo que corres al armario y sacas tu pañuelo vintage, le haces un lazo y ya te gustas más.


Te colocas la boina azul ladeada y sales corriendo a la calle porque hace sol.


Te vas al mercadillo, te mezclas con la gente, miras los puestos y te das cuenta de que el buen humor te hace verlo todo precioso.


Y sigues caminando por el casco antiguo y sigues sonriendo a todo el mundo detrás de tus gafas azules de espejo.



Y te escondes detrás de una pared asomando solo la cara, como si fueras a jugar al cu-cú.


Y miras a la cámara encantada, porque los días que empiezan bien, tienen algo especial que te hace sentirte mucho más viva y con más ganas de hacer cosas.



¡Está claro que los 56 me están sentando de maravilla!



Fotos: Julián Herrero.


Chaqueta: Zara.
Falda: Zara.
Zapatos: Zara.  
Boina I´am.
Pañuuelo Vintage.
Bolso: Mercadillo Navidad del año pasado.

Cómo vestir con más de cincuenta, o las razones para hacer este blog

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El otro día Lourdes del blog “ Tu look habla” escribía unartículo en el que hablaba de las mujeres de más de cincuenta años y de cómo,  a pesar de que son clientas potenciales y con una economía mucho más saneada que las jovencitas, son las grandes abandonadas de la moda.





Tengo que agradecerle que me mencionara como autora de un blog de moda advance y también el que me hiciera reflexionar sobre el sentido que le doy a un trabajo que me lleva muchas horas y que va más allá de un mero entretenimiento.


Cada vez que quiero sacar una foto a una desconocida y trato de transmitirle por qué me parece importante que salga en el blog, explico que la moda va mucho más allá de las revistas y que somos las personas las que le damos vida.

Y las señoras – porque nos guste o no con más de cincuenta somos señoras – de cierta edad nos encontramos casi como las adolescentes.
No queremos vestirnos como lo hacían nuestras madres cuando tenían los mismos años, porque no queremos parecer viejas.
Pero tampoco podemos vestirnos como lo hacen nuestras hijas, porque resultaríamos ridículas.



Ante esta alternativa la mayor parte de las mujeres que conozco han optado por adoptar un uniforme cómodo y completamente sport, que suele consistir en pantalón tipo vaquero o en todo caso liso, jersey, camiseta y un foulard al cuello, zapato cómodo, bolso de colgar y un chaquetón o una parka para invierno.
Y en verano una camiseta más  o menos mona, un collar bonito, un pantalón cómodo y sandalias, con la variante alguna vez de vestido flojo y de blusones tipo kaftán.


Es verdad que los uniformes tienen sus ventajas innegables, pero los años no significan necesariamente renunciar a la diversión de vestirnos.
Todavía existe un abanico muy amplio de prendas que nos podemos poner sin tratar de salirnos de nuestra edad y del equilibrio que supone estar en la madurez.



 Para aquellas a las que les da pereza ponerse a pensar, para todas las que no tienen ganas de ponerse frente al espejo a hacer experimentos, pero les apetece cambiar y sentirse guapas, he creado y mantengo el blog.

Es mi capricho y como buen capricho tiene una parte de diversión y de satisfacción y es precisamente esa parte la que quiero compartir y enseñar porque las cosas buenas siempre se agradecen.


Fotos: Julián Herrero.


Parka: Zara ( Es del año pasado)
Pantalón: Zara ( De hace ni se sabe)
Sombrero: Primark.
Bufandas: Tiendas locales ( también tienen mucho tiempo las dos)
Botas: Panamá Jack.
Bolso: Tienda local (Tosnac)



Color geranio

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A pesar de que los expertos en el significado de los colores aseguran que pocas veces ligamos nuestras emociones al naranja.


Cuando vi el color tirando a coral del abrigo de esta entrada, de inmediato me vino una oleada de recuerdos de mi infancia.



Medio atropelladas, y sin orden, me llegaron las imágenes de los geranios de mi Tía Lola.


En lo que en casa llamábamos el patio y que en realidad era un porche enorme, durante al menos quince años, hubo una hilera de macetas, que ella cuidaba con esmero.


Con los fríos y las heladas, quedaban todas las plantas escondidas, boca abajo y a oscuras en el cuarto de las herramientas


Y en cuanto llegaba la primavera, salían de la frialdad invernal y del castigo protector para volver a alegrar nuestra vista.


A mí me parecía un milagro que no se murieran en aquel encierro, pero la realidad es que en cuanto volvían a estar al aire y al sol, recobraban toda su vitalidad.


Primero salían las hojas. Redondas, festoneadas y de un verde tierno que, luego, cuando crecían, se volvía más oscuro y se adornaba con una cenefa casi negra.






Y más adelante, cuando la planta ya había recobrado su vigor, empezaban a lucir las flores con un colorido intenso y vibrante.


Lo de regarlas era una labor que a mí me parecía importantísima y por eso había conseguido que me compraran una regadera chiquitina.



No quiero pensar en la de paseos que les hice dar cada vez que me la tenían que rellenar.


Porque a mí lo de vaciar el agua en la maceta – y supongo que la mitad fuera – me parecía una diversión estupenda.


Luego me iba por el pueblo y comparaba con el resto de las macetas de las vecinas.


 Más de una vez me peleé con alguna de las niñas porque ellas insistían que los geranios de su casa eran mejores y yo no podía consentir semejante calificación, cuando yo me desvelaba en cuidar los de mi familia.


Corrían los años sesenta y de eso ha pasado mucho tiempo, pero desde entonces el color de este abrigo es para mí, color geranio y me parece especial.


Creo que verlo en las fotos, con un vestido que recuerda a los de esa época, me ha puesto un poco nostálgica.


  Y supongo que el hecho de que sea de mohair y con un tacto suave, suave también ha contribuido a este regreso fugaz a la infancia que he querido compartir con vosotros.



Colaboración con la boutique Habana de Oviedo.

Fotos: Julián Herrero.


Abrigo:  Civit   en la Boutique Habana 
Vestido: Eleonora Amadei en la Boutique Habana
Bolso: Vintage.
Zapatos: Zara (Del año pasado)
Sombrero: Tienda local 


Con frío, pero con sol, en Oviedo salimos a la calle

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El invierno llegó, las temperaturas bajaron lo que tenían que bajar y a pesar de lo que apetecía era quedar en casa con una buena infusión o algo caliente, el sol brillaba con lo que los ovetenses salimos a la calle.




Algunos valientes como Boto, un amigo de mi padre al que yo siempre le digo que es el hombre más guapo de Oviedo de los de su edad – y tiene la friolera de 91 años- ni siquiera se abrigaron.


Pero el resto sacaron sus abrigos de pieles, los acolchados y los plumíferos porque hacían falta como está mandado.


Estas señoras no quisieron posar de frente. Iban con una tercera amiga que no se animó a salir en la foto, daba gusto verlas bien pertrechadas y alguna incluso con bastón, pero animadas y con una facha estupenda.


Lo que casi nadie dejó en casa fueron las botas, porque con tanta amenaza de lluvia parecía que resultaban imprescindibles.


Los gorros de cosaco, este año arrasan y algunas lo llevan así de bien para tomar un café con las amigas que tampoco desdicen


Os acordáis de leer que cuando vivía en casa de mis padres tenía una vecina con unas piernas imponentes, pues ayer me la encontré después de cerca de cuarenta años y sigue teniendo el mismo buen estilo que con veinte.



Hubo quien  se envolvió en su bufanda y su mejor sonrisa, y salió de rebajas.


Quien sacó el abrigo de leopardo y se puso así de elegante.


Quien no quiso renunciar al estilo chic y se puso boina .


Y quien, como Adelina y su amiga, se morían de vergüenza y sólo consintieron en salir de espaldas.


Como veis el invierno no puede con la ciudad.

Mañana street style juvenil

La gente joven también combate el frío en Oviedo

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Si ayer hablábamos de que la lluvia nos había dado una tregua y sólo hacía frío, hoy no cabe duda de que sacamos los paraguas y si alguno lo dejó en casa, pescó una buena chupa.





Cada edad tiene su estilo y en cada momento nos vestimos de una manera, por eso lo mismo que las señoras mayores y las mucho menos mayores  se animaban con las pieles, parece que los jóvenes son menos sensibles al frío.



Un buen chubasquero y un gorro y ya podemos marchar para casa después de cerrar bien la persiana.


También nos sirve un plumas guateado.


Un abrigo corto.


Y si queremos ponernos modernas un jersey bien grandote y bien gordo con una cazadora que parece que le robamos a nuestro padre o a nuestro hermano mayor, nos tapan mejor que bien.



La consabida parka verde militar con las hunter que ya es todo un clásico.


Para arreglarnos un poco más, una pelliza con borreguín por dentro es estupenda.


Y si ya somos madre de dos criaturas nos podemos permitir el acolchado con cuello de piel que no llega a ser de mayor, pero que nos ponemos todas. 


Y para que los chicos no se quejen de que los saco poco. Aquí tenemos a Nacho, el dependiente del DIA de Cervantes, siempre de buen humor y siempre sonriente, aunque vaya con prisa porque es la hora de entrar a trabajar. 
¿Visteis que modernidad de cazadora?



Fotos: Marquez@

De un chubasquero de hule a una parka de señorita

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Cuando vi en la web de rebajas de Zara esta parka, me acordé del capitán Pescanova, porque me recordó a los chubasqueros de hule amarillo que suelen usarse para navegar.



Me hizo gracia y la pedí con idea de ponerla, precisamente, con camisetas de rayas y al más puro estilo Verano azul.


Pero cuando llegó me encontré con que tenía un color más bien mostaza muy claro que no tenía nada que ver con el mar.


Posiblemente, las que lleváis con el blog desde el principio recordéis esta entrada en la que hablaba del caramelo y de lo mucho que me gustó siempre el proceso de hacerlo en casa a base de azúcar quemado.


Y esta cazadora me recuerda también al caramelo, pero esta vez no tanto al casero hecho al amor de la lumbre como al caramelo de limón.


Aquellos caramelos grandes como ladrillos que apenas te cabían en la boca y que disfrutabas a lo grande, viendo como se desfiguraba el que tenías al lado para poder darle la vuelta.


Por supuesto todos estábamos igual, porque no eran de los que te solían comprar, sino más bien eran un regalo que venía en paquete y que compartías.


Yo creo que en cada sitio tenían un nombre y recuerdo que uno de ellos era el de adoquines de Calatayud y los solían traer de Zaragoza.


La parte de dentro de la envoltura exterior, traía escritos unos versitos antiguos, casi siempre referidos a la Virgen del Pilar.


Al cabo del tiempo también los hacían en Asturias y los versos hablaban de la de Covadonga y de la fuente de los siete caños.


Para las que sois de fuera, se trata de una fuente con siete caños y la leyenda dice que la moza que logre beber de los siete seguidos y sin pararse a respirar, se casa dentro de ese mismo año.


Ni que decir tiene, que en una época en que lo de casarse era la meta de cualquier chica, salvando las cuatro que tenían vocación, la cola para beber de la fuente era considerable.


Y todo esto para deciros que en lugar de la indumentaria marinera y de sport que tenía pensada, acabé vistiéndome de señorita que sale de paseo con un pantalón clásico y una bufanda de lana.


Lo de la sudadera de Bambi es una licencia, porque aunque este año ya no esté de moda, me sigue encantando y no la pienso tirar.


Fotos: Julián Herrero.

Cazadora: Zara (rebajas) 
Pantalón: Zara (rebajas) Aquí 
Zapatos: Zara Aquí
Camiseta amarilla: Zara. Aquí  
Sudadera Bambi: Primark ( del año pasado)
Bufanda rulo: Primark.
Bolso: Salvador Bachiller ( tiene mil años)
Guantes: Vintage


Lujo, diseño y ¿tomaduras de pelo?

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En un artículo de la revista Luxonomist, leía la semana pasada que la firma Prada ha tenido un retroceso en sus cifras, de nueve meses y que no esperan una mejora a corto plazo.


Confieso que la noticia no me sorprendió




Y es que Prada, entre otras, es una de las casas que vende a precios de oro los diseños de su creadora Miuccia.

De la mano y bajo los auspicios de las todopoderosas gurús del Vogue,  la firma nos canta las excelencias y maravillas de la investigación con nuevos materiales. 

Y tratan de justificar que cosas como bolsos de nylon, o sandalias de plástico, cuesten verdaderas salvajadas.
  

Para convencernos, oigo y leo por todas partes que el diseño hay que pagarlo.

Miro lo que llaman diseño y llego a la conclusión de que debo de estar volviéndome vieja.



Porque para mí hacer una caja en forma de libro  y llevarla en la mano como si fuera un bolso no me parece diseño, por mucho que lo firme Olympia le Tan.


Diseñar y ser original no es fácil porque todo está inventado.

Hacer bolsos que sigan siendo bolsos, pantalones que sean pantalones y vestidos que no sean meros sacos no está al alcance de cualquiera. Tiene sus condicionantes y no vale saltárselos. 

Por eso, conseguirlo, es lo que convierte a un mero dibujante  o figurinista, en un creador 


Y no tratándose de verdaderos creadores,  me rebelo ante la idea de tener que pagar más 1.000 euros por un trozo de caucho con forma de lata de caviar

 Supongo que eso mismo debe pasarle a más gente, con lo que la bajada de Prada sería justificada.


Pero no sé, igual es que soy poco moderna, o cómo decía antes que me estoy haciendo vieja.




Fotos: Pinterest 

Ropa abrigada vista en otros blogs

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Empezamos nueva sección. Hasta ahora no publicaba los domingos porque me apetecía tener tiempo para desconectar.

Pero como poco a poco el blog va creciendo y las visitas aumentan, me pareció que una recopilación de indumentarias de la semana que me hayan gustado, vistas en otros blogs, no me iba a llevar excesivo trabajo y lo podía dejar preparado de antemano.


En esta primera entrada he buscado conjuntos abrigados y con estilo que me hubiera encantado ponerme yo misma.
Confío que os gusten tanto como a mí.




Sara Navarro
http://www.collagevintage.com/page/2/







Rosa Recoba
http://elblogdemaryrec.blogspot.com.es/2015/01/florencia-paris-valencia.html#more






Iveta  Horvathova





Gala González





Alba Cuesta





Carla Estévez





Ana


Esther Fernández Álvarez






Pantalones pesqueros

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Mis padres fueron novios durante seis años.


Aunque él trabajaba, en su primer empleo, debía tener uno de esos sueldos como los de los jóvenes de ahora.
 Y lo de casarse tuvo que queda para más adelante.




Por extraño que parezca, apenas conozco detalles de aquel noviazgo tan largo.


Esa falta de detalles contrasta con el hecho de pasarme media infancia contemplando un álbum, con tapas en tela inglesa de flores  y páginas de cartulina negra, en donde aparecían las imágenes de los dos y sobre todo de mi madre.



  Había muchas fotos, porque a mi padre le encantaba la fotografía y mi madre resultó de lo más fotogénica.



Viéndolas, me acostumbré a la ropa de principios de los años cincuenta. Una ropa que a pesar del paso de los años, seguía y sigue siendo preciosa.


Vestidos de cintura estrecha y faldas, con vuelo en unos casos,  rectas y estrechas en otros, abrigos amplios y con una pinta tremenda de calientes.


Y también unos pantalones pesqueros de mahón azul marino con cuadros escoceses de colores alegres en los bajos.


Pantalones que fueron un regalo de su novio y la admiración de sus hermanas y amigas. 
Porque en aquella época  era poco habitual que las mujeres no llevaran falda.



Siempre estuve enamorada de aquellos pantalones que, más adelante, mi madre nos dejaba para disfrazarnos.



Tenían algo especial y yo creo que me quedó una especie de fijación que me hace comprar otros que, de principio, me parecen de ese estilo, pero que en realidad no tienen nada que ver.


Como los que llevo en esta entrada.
Julián jura en arameo cada vez que me los pongo, porque no hay forma de sacarme sin que parezca la viva imagen del payaso Tonetti.


La verdad es que no me quedan nada bien, pero no soy capaz de deshacerme de ellos y cada cierto tiempo les doy otra oportunidad, a ver si de ésta.




Aunque me temo que ni por esas.



Fotos: Julián Herrero.


Abrigo: Zara (Rebajas)
Pantalón, jersey, zapatos y gafas: Zara ( Otras temporadas)
Bufanda Mohair: Vintage.
Chaqueta de punto y guantes: Primark.
Sortija y colgante: Pedro y Alejandra Álvarez.

Estilo relajado para empezar el fin de semana en Oviedo

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Tras una semana de lluvia y frío la llegada del fin de semana y la vuelta del sol parece que nos animó a todos.

Oviedo volvió a sacar su cara amable y nos enseñó que basta con darte una vuelta para encontrar chicos encantadores y cargados de estilo que hablan por teléfono.


Chicas que pasean a su perro y parece que van los dos a conjunto.


Armando Mora y su amigo quedaron para tomar un vino



Y fueron tan encantadores que convencieron a sus acompañantes para que se atrevieran a salir en la foto.
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También en la terraza Margarita Alonso-Graña y su amiga disfrutaban de esa animación que nos produce empezar el fin de semana.


Fijaros que abrigo y qué sonrisa  tan preciosos luce la señora letrada.


Y hablando de abrigos preciosos, la dueña de este verde se moría de vergüenza y no quiso que se le viera la cara.



A la que sí se le puede ver y además disfrutar es a Silvia Medina, yo creo que es difícil llevar unas canas con tanto estilo y con un aspecto así de juvenil, pero ella lo logra.


Me encantó volver a encontrar a este señor, cuando lo saqué en verano atravesaba una mala racha, pero ahora presume de buen estilo con su bufanda al cuello.


Y con algunos años, pero sin perder una gota de clase  las amigas vuelven a casa después del aperitivo y es que el que vale, vale


Y no escarmiento y me empeño en sacar las caras al sol con lo que estas pobres madre e hija salieron medio deformadas por el contraste tan fuerte de la luz, menos mal que a pesar de todo se nota que las dos derrochan estilo.




Y así podría seguir un buen rato, pero mejor lo dejamos para mañana, que los miércoles repetimos estilo en la calle



Fotos:Marquez@

Cantera de bloggers y más cosas

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Hoy empezamos enseñando que, pese a las afirmaciones que corren por internet de que los blog están empezando a quedar desfasados, la cantera de bloggers, al menos en Asturias se renueva.



Y si alguien no se lo cree, no tiene más que mirar a estas tres amigas de Gijón, que a pesar de ser jovencísimas, se estaban haciendo unas a otras una sesión de fotos de lo más preparada.


No tendrán años, pero hay que ver con qué estilo posan. Y el frío, como si no fuera con ellas.


Les pregunté si nos dejaban sacarlas y accedieron encantadas a  que Julián las fotografiase.

Mil gracias chicas, por dejarnos haceros fotos y posar para nosotros.



El resto de imágenes son mías y no tienen tanta calidad, pero no dejan de tener su encanto, como este abrigo con capucha naranja que destacaba sobre el fondo negro.


Tengo verdadera debilidad por las  fotos con bebés. Supongo que porque las madres o las abuelas  que pasean a los pequeños en sus cochecitos o sillas, van con calma y acceden encantadas a que saque lo guapos que los llevan y lo orgullosas que están de ellos.



En este caso me encantó el abrigo de la que supongo, es la abuela de Carlos, una verdadera preciosidad de niño.



Con muchos menos años, y unos new balance de colores y una mochila al hombro, esta chica representa la moda de la mayoría de las jóvenes. Comodidad ante todo.


También cómoda, esta chica volvía a casa a la hora de comer y me dejó sacarla con su bufanda de colores 


Aunque no todas entran por el aro del estilo netamente deportivo y más de una se anima con la falda corta a pesar del frío.


Estos tres amigos tan sonrientes, me encantaron porque derrochaban simpatía y estilo. Da gusto verlos ¿Verdad?




Fotos: Julián Herrero y Marquez@

Color mostaza

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Mostaza en el gorro, en la bufanda, en la camiseta.


Tengo la sensación de que este año el color mostaza me persigue y  me dejo perseguir encantada.




Aunque durante mucho tiempo no me acababa de convencer y no lo usaba .
Encontraba que le faltaba buena parte de la vitalidad del amarillo.


Y esa manía tenía mucho que ver con que la salsa no me atraía nada.


Tardé mucho en probar a qué sabía.  
Le encontraba una pinta extraña. Entre el amarillo con matices ocres  y la textura más bien espesa, me parecía que no podía estar buena.


Había que verme mirar con gesto excéptico, como casi todo el mundo la añadía a las hamburguesas en esa especie de barriles amarillos de la marca Oncle William que era la que estaba en todas partes.


Hasta que un día mi hermana me invitó en su casa y me puso  una de sus ensaladas favoritas, la Waldorf.
¡Me chifló!


Apio, manzana, nueces y pasas aliñadas con una mayonesa mezclada con mostaza y en algunos casos aligerada con yogur.


Desde luego el cocinero del hotel sabía lo que hacía, porque está imponente


Y claro, con ella, se acabaron mis suspicacias y además  por partida doble. Con la mostaza y con el apio


Como siempre había oído que el apio era un remedio estupendo en caldo para bajar la fiebre, me parecía que aquello tenía que saber a medicamento a la fuerza.


Cuando lo probé vi que no, que tiene un sabor y una textura agradables.


 Así que ahora no sólo  como apio y aliño algunos de mis platos con mostaza,  sino que me visto de ese color.



Y hasta lo encuentro cálido 


Fotos: Julián Herrero.


Conjunto completo: Zara.
Gorro  y bufanda: Primark.
Bolso: Vintage (Ángel Reinares)



¿Joyas sí? o ¿ Joyas no?

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Durante siglos y más siglos de nuestra historia, reyes, nobles y personajes usaron  joyas que les servían de adorno y también como forma de distinción.

Con la revolución industrial y el crecimiento de la burguesía, el hecho de lucir una alhaja era un signo inequívoco de pertenecer a la clase alta.






Y hasta hace poco menos de una década, la clase media regalaba y compraba joyas con motivo de las grandes ocasiones.


Pero a pesar de que las revistas nos anuncian la aparición de nuevos joyeros y de que cada año se publican varias ediciones de lujo dedicadas a la joyería.


Parece que, fuera de las alfombras rojas y las grandes bodas y ceremonias reales, la tierra se hubiera tragado las sortijas, collares, pulseras y broches de materiales nobles.



Es como si aquel slogan de que: Un diamante es para siempre, hubiera quedado desfasado y  las mujeres actuales desdeñaran las joyas.

Porque no se trata de que los adornos de ese tipo hayan desaparecido, todo lo contrario, a diario asistimos a un desfile de piezas llamativas y enormes. 

Pero el diseño prima sobre los materiales y las preferencias están del lado de las piedras semipreciosas, el acero y la plata.


Y muchas grandes casas se han apuntado al carro de piezas con precios más asequibles para seducir a las nuevas generaciones.



¿Estaremos asistiendo a la muerte de la joyería tradicional?



Para ilustrar la entrada me han prestado en la joyería de Pedro y Alejandra Álvarez, de Oviedo, algunas de sus últimas creaciones, ya las iréis viendo puestas en otras entradas.




Fotos: Julián Herrero


Precios:

Colgante turquesas : 419 €

Sortija Turquesas: 133€

Sortija plata y jade:  272€

Collar con coral: 280 €

Colgante de hueso con cordones imitación pitón: 199€

Joyería Pedro y Alejandra Álvarez,   C/ Matemático Pedrayes  4 Oviedo

Colores llamativos en mi selección de blogs favoritos

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De nuevo con la sección de blogs favoritos.

En Asturias, al menos, tenemos un temporal encima espantoso. Y para contrastar con la falta de luz y el gris del cielo, notas de color en las propuestas de diferentes blogs





Verde intenso en el abrigo de  Silvia







Azul aguamarina también en abrigo, esta vez en la versión de Marta 






Azul pálido casi bebé para Margaret que desde Polonia se medio asoma a la nieve 

http://pinotnoirfashion.pl/oversizowy-plaszcz/



Enrique Murga en Newman Style, nos enseña a un chico con abrigo mostaza en la feria Pitti para hombres 




Isabel usa el color para su jersey y el turbante, justo antes de que se pusiera a diluviar 



Carmen también apuesta por el color en jersey y sombrero en un delicioso azul cobalto 

http://cocoolook.blogspot.com.es/2015/01/electric-blue.html





 Y ya por último, Garance Doré, nos propone un amarillo deslumbrante en el bolso para combinar con blanco 




Como esta sección se publica en domingo y los fines de semana procuro desconectar un poco del blog, no contesto los comentarios, pero eso no quiere decir que no esté feliz con la buena acogida que ha tenido la semana pasada y confío en que os siga gustando.

Disfrutad del descanso


Moda años setenta

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Para las que, como yo, en los años 70 vivimos la adolescencia  y en la segunda mitad, la transición política, los recuerdos de esa época resultan una especie de mezcolanza.



Nosotras, en plena evolución, y empezando a asomarnos al mundo y la sociedad que nos rodeaba cambiando y volviéndose del revés.




Recuerdo sin ir más lejos, un día en que uno de los profesores de la Facutad, nos dijo que no sabía qué enseñarnos.


Efectivamente, mi promoción 1976-1981 se encontró con la Ley para la reforma política, que derogaba las Leyes Fundamentales; con la Constitución, el Estatuto de los Trabajadores, las leyes de los impuestos IRPF y sociedades; y la reforma del Código Civil en materia de familia que instauró el divorcio.



Así que no parecía lógico estudiar unas leyes que iban a ser derogadas, pero todavía no estaban terminadas las nuevas que las iban a sustituir.


Todo parecía estar en constante cambio.

Se adelantó la mayoría de edad y efectivamente mi generación, fue adulta bastante antes de los 21 años.


Todo este preámbulo para contar que la moda de los años 70 me atrae y me repele a partes iguales.



Tengo la impresión de estar volviendo a esa época en que todavía no sabes si vas o si vienes. Que te quieres separar de todo lo anterior, pero que necesitas certezas.



Y por eso cuando me encuentro con los pantalones de campana y los estampados repetidos en la parte de arriba y la de abajo, los miro y los remiro y casi siempre los dejo estar.


Pero el conjunto de esta entrada estaba en su percha uno de los días que iba de rebajas y acababa de coger un abrigo de polipiel en granate por 29,99€.



Iba tan, pero tan bien uno con otro que me lo traje a casa para probarlo.


Ahora que la adolescencia es un recuerdo lejano, no me importa volver a la década del cambio y me encuentro cómoda con la ropa de ese estilo.


Casi me parece una invitación a esta sociedad tan desestabilizada que tenemos, para recordar que las cosas se pueden hacer bien, siempre que todos nos impliquemos.


Los collares y la sortija son los mismos de la entrada del viernes  pasado. Los elegimos un poco en función de la ropa y me gusta cómo quedan con ella.




Fotos: Julián Herrero.


Abrigo: Zara (Rebajas)

Cuerpo: Zara. Aquí

Pantalón: Zara. Aquí

Zapatos: Mary Paz Aquí

Bolso: Laura Valle.

Boina:Vintage.

Collares y sortija: Pedro y Alejandra Álvarez.  Aquí

La nueva campaña de Zara

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Abro en mi correo el m@il con la última campaña de Zara y me encuentro a una preciosa y moderna Madame Bobary que porta un precioso vestido largo en color coñac con el que parece que va a arrastrarse indolente por las salas de las fiestas más divertidas de toda la primavera.




Un poco más abajo Pocahontas contempla como si no se lo creyera alguien que está a su lado, diríase que el blanco cegador de sus botas puntiagudas, no le casa con el resto y por eso parece hipnotizada.


Un cordón dorado en forma de muelle me lleva a dar un salto y encontrarme con una nueva Twiggy que quiere ser estudiante, en una juventud casi de internado que adora los muebles pintados en rosa.



Entre tanto vaivén parece que me siento un poco perdida y miro por encima del ordenador la punta de mis zapatos y veo que siguen siendo unos pies de 2015 con lo que me tranquilizo y vuelvo a la campaña



Jóvenes soñadoras y románticas, David Copperfield, junto a Jane Eyre, y su pupila y en medio de ellos una joven al más puro estilo años setenta.




Todavía no sé si me gusta o no la nueva colección, necesito verla de nuevo, irme acostumbrando a ella.
Pero si algo tengo claro es que la campaña no me ha dejado indiferente







Fotos: Zara

Healt goth

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Healt goth o gótico saludable, es, según  parece la tendencia que va a sustituir al normcore.


Si hasta ahora el grito de guerra de quienes querían llamar la atención en el terreno de la moda era ponerse ropa lo más normal y anodina posible, la nueva fórmula recogida en una comunidad de facebook con más de 20.000 miembros y que fue fundada en 2013, es vestirse con una mezcla de gótico y deportivo.




Ropa oscura- aunque no necesariamente- y con un aspecto que dé la impresión de ir directa al gimnasio, pero que vaya dirigida a la calle.


Alexander Wang lo contaba al presentar su colección para H&M “Intento hacer la mejor ropa de deporte, escoger los mejores tejidos, desarrollar las mejores técnicas. Pero, yo… no hago deporte y por supuesto, no sudo”


Según parece los asistentes a la presentación rompieron en una carcajada, pero su colección se vendió como rosquillas, a pesar de no ser barata.

En la calle, al menos lo que yo veo, el movimiento apenas está empezando y de momento se ven por todas partes las zapatillas negras de Nike con el logo en blanco y las Adidas Stan Smith, llevadas con prendas de vestir.


Pero las sudaderas grandes y oscuras empiezan a ser habituales y los pantalones estilo chándal ya han llegado a las tiendas.




Aunque de principio parece una tendencia más bien para jóvenes, hay una parte que quiere rescatar el lado misterioso de la oscuridad gótica que resulta muy atrayente para cualquiera y más si la ropa resulta cómoda y sienta bien.

De momento, yo me hice en rebajas con un conjunto deportivo para la calle, que más que gótico es sesentero y con aire universitario, pero que me gusta más.
Mañana os enseño cómo me queda




 Fotos: Marquez@

Anécdotas de una sesión de fotos

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Empiezo contando que a Julián, como a la mayoría de las que comentáis  en este blog, lo de los chándal adaptados a la vida normal no le gusta un pelo.


Así que cuando vio el atuendo que me iba a poner, hizo una especie de acto de fe y confió en que yo salvara la situación de alguna manera.




El fin de semana pasado en Asturias el tiempo estuvo infame con lo que pensar en hacer fotos en exteriores, estaba descartado.


Así que él empezó con el montaje del tenderete que ponemos en su casa, para hacer las fotos mientras yo me arreglaba.


Cuando entré en el cuarto de estar, su gesto seguía sin ser el de estar convencido, pero aún así empezó a hacer fotos.


Disparaba, miraba el visor, volvía a disparar, volvía a mirar… Hasta que a la sexta, decidió que ya no podía más y me llamó.


¿Ese pantalón tiene que quedar así? Porque está horroroso.


Os explico. Como yo soy bajita, casi todos los pantalones me quedan largos y si son anchos aún más, con lo que había necesitado que me los subieran.


La chica del probador  estaba ocupada con lo que la propia encargada – dicho sea de paso,  es un encanto – se ofreció a medirme el largo.


Cuando yo comenté que me parecía demasiado largo, llamó a otra chica para que me mirara y las dos coincidieron en que tenía que ser así porque de lo contrario se vería el zapato y la idea era, precisamente, taparlo.


Pero Julián no estaba por la labor.
Mira, ¿no ves que te arrastra?  Tira de él para arriba.


Yo tiraba, pero como el pantalón es de los de tiro alto, en cuanto soltaba volvía a su sitio y él empezaba a sudar.


Al final decidimos que necesitábamos algo que los sujetara  en el momento porque no era plan ponerme a subir los bajos sobre la marcha.


Fuera de  casa,  mis recursos habituales  estaban descartados y no sabía qué hacer, hasta que,  hombre de recursos, apareció con unos tirantes del año catapún. 
Pruébalos, me dijo.


Yo casi ni sabía ponerlos, pero con su ayuda logré ajustarlos y gracias a ellos terminamos la sesión.


 Hubiera preferido llevar unos botines de tacón alto, pero olvidé meterlos en la maleta y tuvimos que tirar de los zapatos que tenía en la casa de Gijón.


A veces es cuestión de echarle imaginación a las cosas



Fotos: Julián Herrero


Pantalón: Zara Rebajas.Aquí
Jeresey: Zara  Rebajas.
Zapatos: Zara ( de hace años)
Bolso: Mercadillo 
Pendientes: Blanco Suite 
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